lunes, 18 de mayo de 2009

Morosidad

Empecemos con una definición antes de entrar en materia:

Moroso puede referirse a:

• Persona que no paga sus deudas, moroso.
• La empresa italiana de muebles de diseño, Moroso.
La Ermita de San Román de Moroso en Cantabria (España).

El caso que nos ocupa, lógicamente, es el del primer significado; el de aquella persona que no paga sus deudas y, por lo tanto, es considerado como “moroso”, del latín “morosus”, o “mora”, o “moraris”, o “moris”... no lo tengo muy claro. Mejor dejémoslo en deudor que, de paso, queda menos agresivo, incluso amistoso.

La (llamémosle) noticia es que la cantidad de estos amigos nuestros -que normalmente asociamos con empresarios que intentan pasar desapercibidos ante la curiosa (cuanto menos) situación de ser perseguidos constantemente por un hombre disfrazado de pollo o pallaso- se verá duplicada durante este año 2009 en España en comparación al anterior, pues así lo declaró el presidente del Banco de Sabadell SA (SAB.MC), José Oliu, en una conferencia. Concluyó en que el nivel de morosidad se estabilizará en 2010.



Entiendo que es muy difícil erradicar la morosidad de nuestro país, ya que forma parte de nuestra cultura. La sociedad española ha sido siempre muy tolerante con los deudores, aún sabiendo que pueden arruinar a muchas empresas. España ocupa el cuarto lugar del ranking de malos pagadores de la Unión Europea. El plazo medio de pago acordado es de 80 días. En algunos sectores el pago se hace a más de 200 días, como es el caso de la administración pública, que supera los 300. En total, el 70% de las empresas españolas se encuentran afectadas por la morosidad.

Así es, el 70% se ven afectadas directamente y el 30% restante indirectamente. Todos padecemos, de una forma u otra, de estos personajes.

No puedo entender esta mentalidad que existe entre las empresas de no pagar bien, en el sentido de pagar tarde o incluso no llegar a hacerlo. Se supone normal el hecho de retrasar al máximo los pagos como fuente gratuita de financiación. Algunas empresas incluso consideran normal pagar las facturas solo después de que el acreedor les haya exigido varias veces el pago. ¿Quién encuentra esto ético? Nadie. ¿Quién se opone a ello? Nadie, prácticamente. ¿Por qué? No sabe, no contesta.

Vayamos a verlo de forma más local, para entender cómo nos afecta más de cerca. Las ciudades de Madrid y Barcelona, por ejemplo, albergan el 35% de la morosidad de nuestro país. Madrid alcanza el 13,92% del total de dicha morosidad y Barcelona el 21,06%. Os animo a mirar el mapa de España y a que me digáis si sumando solo el área de Barcelona (que no Cataluña) y de Madrid conseguimos el 35% de territorio español. ¿Verdad que no? Ni se acerca. En momentos así uno se alegra de residir en Barcelona (nótese la ironía, en este sentido).

Según datos de Asnef, unos 2,7 millones de españoles cerraron durante el año 2008 con deudas en bancos, grandes compañías o entidades financieras. De momento voy dando datos, más tarde explicaré el por qué de esta entrada y de cómo me ha afectado a mí directamente.



Lo peor del caso es que la mayoría de los deudores podrían pagar, pero no lo hacen porque no les da la gana. Así lo aseguran los estudios realizados para averiguar las causas de los impagados en España. Revelan que la intencionalidad por parte del deudor es, en el 62% de los casos, el primer motivo de los impagados. Es bastante lógico el contratar un servicio sabiendo que se puede pagar, aunque finalmente no se realice por el motivo que sea.

Sigo con más datos, esta vez procedentes de Asnef-Equifax, recogidos por el CCU (Consejo de Consumidores y Usuarios).

La morosidad ha sufrido los siguientes aumentos:
* los impagos de préstamos hipotecarios crecieron un 310%
* la morosidad de los créditos personales subió un 91%
* morosidad en préstamos de consumo un 89%
* morosidad en prestamos a compras de automóviles, un 85%
* los impagos en operaciones hechas con tarjeta de crédito, un 77%
* descubiertos en cuentas corrientes, subieron un 53%
* impagos en los recibos telefónicos, un aumento del 57%

Analizando las cantidades debidas en € (alrededor de 16.400 millones de euros), unos 13.000 millones correspondían a españoles y otros 3.400 a inmigrantes. La morosidad aumentó un 50,7% en los españoles y un 87% en los inmigrantes.



La dolorosa corrección del mercado inmobiliario y la tasa de desempleo -que más rápido sube en toda Europa- está haciendo que los hogares españoles tengan más dificultades para pagar su deuda. Empiezo a conocer demasiados casos de personas que ya no cobran su prestación por desempleo. La situación es francamente deplorable.

Ya es suficientemente difícil encontrar trabajo como para que encima no nos paguen por él una vez realizado. No estamos en condiciones de faltar a nuestra moral, a ser egoístas y seguir con esa cultura española de “no le pagaré hasta que me lo suplique cien veces”. Es el momento de hacer lo correcto; siempre, pero ahora más que nunca. Porque no le deseo a nadie el mendigar, el no sentirse útil para uno mismo o para nadie, el tener que llorarle a su superior para que le pague lo que justamente se merece. Porque todos tenemos familia, necesitamos comer, beber, desplazarnos,… Pero no todos somos tan abiertos de mente.

No daré nombres ni ningún tipo de dato, pero una empresa me debe dinero, y espero que me entendáis por llevarles a juicio por impago tras casi un año de pedir lo que me deben. Siempre he sido muy correcto en este sentido, pero lo que al principio parecían evasivas por su parte ha acabado por convertirse en una total falta de respeto. A ellos no les falta dinero, al contrario. ¿Por qué me contrataron, entonces, si no tenían previsto pagarme? No sé cómo acabará esto, aunque no se trata de ganar o perder, sino de ser justos. En cualquier caso, ganar ganaré lo que es debido, pero perder ya he perdido, después del tiempo y esfuerzo que le he dedicado. Empresas como esta no deberían de haberse creado.



Así las cosas, supongo que debemos aprender a convivir como mejor podamos con la morosidad y actuar en consecuencia como cada uno crea conveniente. Os animo a no quedaros de brazos cruzados.

¿Qué soluciones proponéis?

jueves, 7 de mayo de 2009

Reflexión sobre mi sueldo

Me estoy dando cuenta de que cada vez se tiene menos en cuenta mi condición como trabajador. Utilizo material propio y soy autónomo. Cualquiera de estos dos factores puede y debe suponer un coste añadido a la contratación, aunque para muchos cueste entenderlo y aplicarlo. Y no por ello quiero cobrar más que nadie, simplemente quiero cobrar lo que debo. Me explico:


(Antes que nada, comentar que no desglosaré detalladamente ninguna factura ni el coste real de mi material.)


Supongamos que el conjunto de mi material habitual sube a unos 8.000€ (bastante más, en realidad) y que, lógicamente, debe ser amortizado. Utilizo un porcentaje muy bajo de amortización, y algunas empresas no entienden que deban pagar algo más aparte del operador. Cuando trabajo para una empresa con su material, de alquiler o propio, lógicamente cobro menos. Entiendo que si ya han realizado una inversión no redunden en ello y entonces yo sólo cobre la parte de operador (lógico), pero debo dejar claro que siempre sale más económico utilizar mi material -con el coste que ello supone- que alquilarlo en cualquier tienda o incluso a un particular. Lo que no es comprensible es que una empresa espere que en la tarifa solo se contemple el trabajo como operador, nada más. ¿Al taxista le regalan su coche? ¿Al hotelero su hotel? Ya trabajé anteriormente para pagar mi material, para trabajar con él, así que lo normal ahora es ir amortizándolo poco a poco mientras, además, intento subsistir en la sociedad. Como ya he comentado, hay quien no quiere aceptarlo e incluso entran en negociaciones que no llevan a buen puerto, así que siempre son libres de no subir a mi taxi, o de salir de mi hotel.


Otro tema a tener en cuenta es el hecho de ser autónomo. Para quien no lo sepa, se tiene que pagar para ser autónomo, y no es poco. Así es, señores, ser autónomo no es "gratis". De la misma forma que se cobra una amortización de material, también hay añadida una mísera parte para compensar este gasto. Yo la contemplo en la misma tarifa que la del operador. Cada uno a su manera. La cuestión es que, además de tener en cuenta otros factores como IRPF, etc. debo cobrar IVA, muy a mi pesar. Esta parte debo pagarla a su debido momento, y no me la quedo yo, como en cualquier otro negocio. De todas formas el IVA no es lo más preocupante, ya que siempre se puede llegar a negociar. Lo preocupante es que alguien no quiera entender que soy una empresa, con los gastos que supone para mi y, por ende, para los clientes.


Ahora imagínense que me mandan a Vigo a grabar un reportaje. La grabación se prolonga de 11h a 17h. Es comprensible que en algún momento vaya a comer algo y que, de no haber tenido que estar en este hipotético punto de Galicia durante ese margen temporal, seguramente habría comido algo de la nevera de mi casa. Algo que, aunque pueda resultar paradójico, resultaría ser más económico y sano. Normalmente, en condiciones parecidas a la mencionada, me alimento de un bocadillo para no causar demasiado gasto. A lo sumo he llegado a comer un menú, solo si estaba muy bien de precio. Sobre este punto, las dietas, nunca he recibido evasivas. Eso sí, hay una empresa (llamémosle X) que me debe un par de tickets por pagar, juntamente con dos jornadas como operador. Hablaré de dicha empresa a su debido tiempo, cuando haya finalizado el juicio que tengo pendiente con ellos por impago. Afortunadamente son el único caso de morosidad largamente prolongada con el que me he encontrado. Y digo laarga porque llevo medio año tras ellos, cosa que ha acabado con una reclamación formal por parte de mi gestor, quien llevará el caso a juzgado. En fin, “la morosidad”, un tema para otro día. También hay que tener en cuenta los desplazamientos y Parkings. Cada uno paga lo que quiere por los Km realizados en coche, algunos pensando que solo deben pagar la gasolina -en ocasiones a un precio inferior al actual, para ver si cuela- en vez de pagar también el deterioro de las ruedas del coche, frenos, etc. No deja de ser muy poco -de hecho, una nimiedad- pero hay que mencionarlo siempre para que luego quede todo bien cerrado. Si hay viaje en tren, metro, autobús, etc. siempre hay que guardar tickets para poder pasarlos al final y asegurarse de que se cobran. Recordemos que los viajes, de condiciones muy variadas y horarios más variados todavía, no son de placer sino de trabajo.


Después de todas estas disertaciones entenderán que no aspiro a hacerme rico cobrándoles amortizaciones, IVA, etc. Es más, desearía no tener que hacerlo, pero quiero recordar y remarcar que, valga la redundancia, soy una empresa y no un empleado más de la suya. Me gustaría proponerles un ejercicio: calculen lo que debería cobrar en un mes solo para pagar los autónomos y la amortización del material del ejemplo arriba mencionado. Ahora debería decirles lo que cobro realmente, para que se rieran de lo mísero que resulta mi sueldo restándole estos datos.


Cansa tener que estar pendiente de tantas cosas aunque al final uno llegue, o no, a sentirse realizado. Hay mucho papeleo a tener en cuenta entre facturas, presupuestos, etc. No quiero, además, tener que repetir el mismo discurso una y otra vez como viene sucediendo. Duele ver cómo pisan a uno pagando una miseria por trabajos duros a los que ha costado tanto llegar. Que cada uno se mentalice como quiera y quien no quiera aceptarlo, que busque a otro, así de simple.


No entiendo esta situación. Mis tarifas, ya de por sí, son bajas, y más ahora debido a la fobia global a la crisis…


No me sobra el trabajo pero en este sentido yo me planto, por mi dignidad.


Insto a todos en hacer una reflexión sobre mi sueldo.