miércoles, 26 de octubre de 2016

Operador de cámara Barcelona Freelance Autónomo - Productora audiovisual de video profesional - Agencia empresa de audiovisuales

Mi nombre es Roger Martín. Me he formado como realizador de proyectos audiovisuales, técnico de sonido y docente. Desde hace más de 10 años trabajo principalmente como operador de cámara y editor, aunque he realizado y estoy abierto a realizar otras funciones. A pesar de ser autónomo, actualmente, mi objetivo es ser contratado y trabajar de manera estable. Estoy muy interesado en conseguir estabilidad laboral, en seguir creciendo y hacer crecer.


Durante mi trayectoria profesional he realizado videos publicitarios, reportajes, videos institucionales, corporativos, actos y eventos, he trabajado como cámara de plató, etc.

Desde este link podrán acceder a mi CV, por si consideran tenerme en cuenta para trabajar para su empresa, tanto como autónomo como para formar parte de ella con un posible contrato por determinar. 



Gracias por su atención.



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domingo, 16 de octubre de 2016

Tutorial básico: cómo hacer un presupuesto

¿Qué hacer cuando un cliente nos pide un presupuesto? ¿Le decimos solo el precio que hemos calculado? ¿Hasta qué punto debemos desglosarlo?

Expondré un ejemplo de cómo se debe realizar, según mi punto de vista, un presupuesto para un cliente.

El contexto condiciona la presentación de un presupuesto. En muchas ocasiones la urgencia es más importante que la presentación. Si nos dicen expresamente que es muy urgente, lo más apropiado sería llamar (si son horas razonables) o responder lo antes posible con un mail breve indicando la tarifa que se ajusta al trabajo. Si no se ha especificado bien en qué consiste el trabajo, el material a utilizar o las horas requeridas, recomiendo preguntarlo previamente para poder ajustar al máximo el presupuesto. Un precio que no ajustado puede ser, más adelante, perjudicial para nosotros o puede hacer que el cliente se decante por el presupuesto de otro profesional. En cualquier caso, a falta de detalles, preguntaremos sobre los detalles que necesitemos saber para poder ajustarnos, pero ya le daremos una idea de cuál es el precio por media jornada y por jornada completa con una cámara y un trípode. En caso de utilizar más material, el precio será más elevado, lógicamente. Cuanto más claro y cerrado lo podamos dejar todo, mejor.

En caso de solicitar un presupuesto para un proyecto que se realizará al cabo de un mes, por ejemplo, podemos dedicarle más tiempo, desglosarlo y dar a entender el cliente el por qué del importe.



Yo lo distribuyo de la siguiente manera, con buen diseño:

1- Datos del cliente:
En la parte superior derecha pongo el nombre de la empresa, el nombre del contacto, la calle de la empresa, el teléfono y el e-mail del contacto.
Resulta útil al revisar el presupuesto y poder contactar de nuevo con el cliente. A su vez, el cliente se da cuenta de que nos hemos preocupado por buscar un mínimo de información sobre su empresa. Siempre lo hago. Me gusta saber para quién trabajo y a qué se dedican.

2- Lugar y fecha:
A continuación, un poco más abajo a la derecha, pongo el nombre de mi localidad y la fecha de la creación del presupuesto.

3- Función:
Operador de cámara, edición, post-producción,… La función requerida.

4- Proyecto:
Es el único apartado, juntamente con “Precio:” donde sí que escribo el título (“Proyecto:”). A continuación, escribiremos en qué consiste. Por ejemplo: media jornada de grabación con material propio para realización de video corporativo de X empresa, captura de material, edición, compresión y subida a servidor. Debe ser breve, pero a la vez es el resumen de toda nuestra tarea en el proyecto. Podemos alargarnos para concretar más funciones, o para concretar las horas dedicadas en cada apartado, pero tampoco debe suponer una lectura pesada. Vendría a ser como la sinopsis de una película, no el guión entero.

5- Precio:
En este apartado desglosaremos el trabajo a realizar. Cuando más separemos los conceptos, mejor se entenderá el precio, aunque podemos hacer un conjunto de varias tareas. En la parte izquierda pongo “Precio” y un poco más abajo, alineado a la izquierda, voy añadiendo los conceptos oportunos.
Donde mejor se entiende la parte que vamos a desglosar es en la primera, en la parte del equipo técnico. Podría poner “1 operador de cámara con material audiovisual (4h)”, por ejemplo, con su precio correspondiente. A continuación, en cuanto a material técnico, desglosaremos todo aquello que vayamos a utilizar. Por ejemplo, “1 cámara Canon EOS 5D Mark IV”, “1 Objetivo Canon EF 50mm f/1.2L USM”, “1 trípode Manfrotto”, “1 grabadora de audio Tascam DR-60D MKII”, “1 antorcha SWIT S-2010”, “2 micrófonos lavalier”, “1 reflector”, “2 tarjetas SD de 32gb”, “Cableado, auriculares, pilas”,… A la derecha de cada material, pondremos su precio de amortización. El material que presupuestaremos será el que se nos haya pedido o el que nosotros consideremos que se adapta mejor al proyecto encomendado. Este desglose nos servirá, también, para recordarnos a nosotros mismos qué material vamos a utilizar en este proyecto en concreto, en caso de que nos lo aprueben. En cuanto al material, siempre vinculo los nombres de los productos a webs donde el mismo material se está alquilando, para que puedan ver cuánto costaría alquilar el mismo material por el tiempo de duración del proyecto. Nuestro precio, con la amortización aplicada, es inferior y les sale rentable. De esta manera, les recordamos que el material tiene un precio, que nosotros hemos invertido en él y debemos amortizarlo. Hasta que no lo amortizamos, algo que tarda en ocurrir, esta parte que cobramos no son ganancias.
A continuación, pondremos la edición. Yo suelo juntarlo con la captura del material, la compresión y subida al servidor, si requiere. Al fin y al cabo, son horas dedicadas a estar operativo en el ordenador. Son conceptos que pueden separarse para que las horas dedicadas a cada parte queden más claras.
Puede que no debamos hacer la edición o pueden aparecer otros conceptos, como post-producción u otros. Modificaremos estos puntos según el proyecto.
Por último, haremos la suma, en este caso tanto de la parte de operador, como la del material y la edición, y pondremos el “TOTAL:” destacado. Un detalle: después del € del importe total pongo un asterisco.

6- Consideraciones:
Debajo del total, añado unos breves apuntes, en cursiva y con letra menos destacable después de un asterisco.
El primero es “IVA del 21% no incluido”. Es importante tenerlo en cuenta, pues en caso contrario podríamos acabar cobrando menos de lo presupuestado.
“Envío por mensajería no incluído, si requiere”. Algunas empresas tienen contratadas empresas de mensajería por su gran volumen de envíos. No es mi caso, porque suele tratarse de solicitudes puntuales. Es mejor aclarar de antemano que es el propio cliente debe asumir estos costes.
“X€/Km de desplazamientos fuera de Barcelona ciudad con vehículo propio, si requiere, no incluídos”. Hay muchas grabaciones en el centro de Barcelona, pero a menudo nos envían a grabar bastante lejos. Para calcular el coste aproximado suelo utilizar la web de ViaMichelin. El precio de desplazamiento por kilometraje para autónomos cambia cada año y es algo que se recoje en el Boletín Oficial del Estado, página 100, punto 25.3: el importe del kilometraje es de 0,19 euros por kilómetro y será actualizado de forma automática en función del importe mínimo exento fijado en cada período por el Ministerio de Economía y Hacienda. También debemos tener en cuenta los peajes y los tickets de parking, zona azul,… Siempre y cuando sea necesario, por supuesto. Si podemos evitar un peaje carísimo desviándonos un poco, al cliente le saldrá más a cuenta. Si podemos llegar unos minutos antes para ahorrarnos un parking o utilizar transporte público, como suelo hacer siempre, también es mejor. Recordad, guardad todos los tickets y pedid factura de todo, siempre que sea posible.
“Dietas no incluídas, si requiere”. Imaginad que debemos grabar de 10h a 14h y de 15h a 19h. Es lógico que en una hora no nos da tiempo de recoger, ir a casa, preparar la comida, comer, volver y preparar de nuevo el material. Los clientes suelen ofrecerse a llevarnos a algún sitio a comer un menú, aunque también es muy habitual comer bocadillos. De todas formas, la cultura de las dietas parece que no está muy arraigada y algunos no tienen en cuenta este punto. Recordemos que lo legal, según recoge el BOE, sería lo siguiente: “Dietas: En este supuesto, las dietas a aplicar durante el año 2017 y, con efectos desde el día uno de enero serán de 16 € para la media dieta y 32 euros para la dieta completa.” Sería muy grato que esto se cumpliera. Con un menú muy básico soy el autónomo más feliz del mundo. En demasiadas ocasiones me habría contentado muchísimo incluso con un simple bocadillo.

7- Nuestros datos:
Por último, a pie de página, agregamos nuestro nombre, dirección, teléfono y e-mail.

Este presupuesto lo guardaremos en .doc, por si queremos realizar modificaciones en caso de pedirnos cambios en algunos conceptos (otro operador de cámara, distinto material, más horas de grabación…). También lo guardaremos como .pdf, que es el archivo que le enviaremos al cliente.

Por último, redactaremos un mail, con el .pdf adjunto, deseando que el presupuesto que hemos realizado se ajuste a las necesidades del cliente.

Esta es mi manera de hacer presupuestos. He aprendido por mi cuenta, con el tiempo, y soy consciente de que tengo mucho margen para optimizarlo. Quedo abierto a vuestros comentarios, críticas constructivas y propuestas de mejora. Espero que os sea de utilidad.

jueves, 13 de octubre de 2016

Tutorial básico: grabación de ponencias

Tutorial básico: grabación de ponencias

Viendo la buena acogida que tuvo el post tutorial dedicado a la grabación de reportajes en discotecas, esta vez me dispongo a ofrecer un tutorial sobre la grabación de un tipo de evento que puede parecer fácil, aunque con matices.

Hace bastantes años que grabo ponencias, desde que llevaba pocos años como autónomo. Me gustaría compartir con vosotros una parte de la experiencia que he ido adquiriendo, y ofrecer algunos consejos que espero que os resulten de utilidad.

Empezaremos viendo qué material debemos preparar para llevarnos a la grabación. A continuación, veremos cuáles son los procedimientos habituales a seguir y, por último, ofreceré algunos consejos o trucos personales, que cada uno puede adaptar a su manera de hacer.




¿Qué material utilizar?

- Cámara

Solía grabar con mi Sony Z1, aunque la duración de las ponencias suele ser mayor que la duración que me ofrecían las cintas miniDV, así que con el paso del tiempo tuve que empezar a utilizar otros modelos de cámara. Hace tiempo que elijo cámaras Sony que graban con tarjetas XDCAM (PMW150, por ejemplo), aunque también he utilizado otras marcas y otros modelos. Lo importante es que tengan conector XLR y que puedan grabar durante horas sin cortes. En cualquier caso, debe ser una cámara que grabe, como mínimo en HD a 1080p y que ofrezca las prestaciones que necesitamos. Descartaría el uso de cámaras DSLR, independientemente de la óptica a utilizar. Algunas permiten conectar audio por XLR e incluso utilizar 2 tarjetas (SD, por ejemplo, en el caso de una c100 de Canon), con lo que no tenemos problema al grabar varias horas seguidas. El problema se debe a la brusquedad del Zoom. No es imposible, pero no es recomendable a no ser que se grabe a multicámara y sin zooms. Volveré a esta cuestión más adelante.

- 3-4 baterías

La duración de la ponencia determinará la cantidad de baterías. Aún así, es importante disponer, al menos, de 3 baterías de larga duración. En alguna ocasión muy puntual una batería puede fallar, o puede estar viciada y descargarse de golpe cuando menos lo esperamos. No es lo habitual, pero siempre hay que prevenir y tener otras baterías de recambio. Además, hay que tener en cuenta que una de ellas se descargará un poco durante las pruebas a realizar (sonido, luz, color), antes de empezar el evento. Es importante llevarlas todas completamente cargadas. No es recomendable grabar con la cámara conectada directamente a la corriente. Según mi punto de vista, es más fiable una batería que cualquier toma de corriente (no solo cuando llueve). Además, puede que nos veamos forzados a movernos o a cambiar de sitio durante el evento, y el cambio más rápido, sin duda, es con batería. No es para nada habitual, pero en el peor de los casos, de esta manera, conservaríamos el audio íntegro y podríamos cubrir el desplazamiento con recursos.

- Cargador

Es importante llevar el cargador aunque las baterías estén cargadas y, en teoría, tengamos tiempo de batería más que suficiente.  Cuando se descarga una batería, mejor ponerla a cargar. Puede sacarnos de más de un apuro. Podría ser que una grabación se alargara mucho más de lo previsto, o tener que ir a grabar otro evento a continuación. No cuesta nada ir con el cargador. Puede que tengamos baterías de sobras pero, como decía, es mejor prevenir y tener margen, siempre.

- 2-3 SD de 32gb

La duración del evento determinará la cantidad de tarjetas a utilizar. Yo contaría que una tarjeta de 32gb puede darnos para una hora y media, aproximadamente. Puede variar dependiendo de la calidad (720p, 1080p) y de la compresión con la que grabemos. Si hay pausas entre ponencias, lo mejor es no apurar las tarjetas y empezar una nueva. Puede que no sea necesario, pero no me fío del todo del cambio entre slots que hace la cámara y prefiero hacerlo así. También es importante traer, como mínimo, una o dos tarjetas más, por si el evento se alarga (en ocasiones 30 minutos, una hora o incluso más) o por si al final deciden grabar entrevistas. Normalmente este tipo de eventos están muy bien organizados, pero hay de todo. Las tarjetas deben ser aptas para grabar video en FullHD, es decir, mínimo de clase 10 y con una velocidad de grabación de 45mb/segundo. Las que utilizo son de 95mb/segundo. Si utilizarais tarjetas de 30mb/segundo el video se cortaría a los pocos segundos o directamente no os dejaría grabar.

- Auriculares

Pueden ser del tipo que se prefiera, de cualquier marca. Lo importante es que sean de buena calidad y que insonoricen tanto como sea posible. No hace falta comprar unos auriculares de 400€ para este fin, porque en realidad los utilizaremos como referencia para saber si entra o no entra el audio, pero sí que es importante que insonoricen lo suficiente. Los míos son Sennheiser, pero también he trabajado con AKG, Sony, etc. Son importantísimos. En un video donde lo más importante, con diferencia, es el discurso, si no nos aseguramos de recibir un buen audio, podemos echarlo todo a perder. Que la cámara indique que entra señal no es garantía de nada. Podría ser audio de ambiente, ruido o cualquier otra cosa.

- Micrófono de semicañón

Es muy recomendable utilizar un buen micro de semicañón por si los micrófonos de sala fallan y los ponentes siguen hablando. En el peor de los casos, tendremos el ambiente para poder seguir el discurso hasta que se solucione el problema técnico. En todos estos años, en una ocasión fui a grabar a una sala mediana mediocre, donde tenían dos altavoces y una pequeña mesa de sonido sin ninguna salida disponible. Hablaba más de una persona y yo llevaba sólo un micrófono (aunque lo normal es no utilizarlos y pinchar el audio directo de mesa o de un rack). Previamente, me habían asegurado que podría pinchar el audio de mesa, pero no fue así. Mi solución fue colocar un micrófono de semicañón muy cerca de uno de los altavoces. La calidad acabó siendo mucho más buena de lo esperado, la verdad, pero fue una situación muy indignante. Todas las salas deberían poder ofrecernos audio directo, aunque utilicemos el micro de semicañón, grabando en otro canal, para poder prevenir problemas puntuales.

- Cableado

Para el micrófono de semicañón necesitamos un cable canon-canon muy corto, de un palmo aproximadamente. Para el audio directo de mesa o del rack, recomiendo traer 2 cables de 6 metros. Dependiendo de dónde nos coloquemos, puede que tengamos la conexión cerca y con un solo cable tengamos suficiente. Si no es así, podemos empalmar dos cables de 6 metros hasta llegar al conector. En principio, el segundo cable, debería utilizarse solo por si el primero falla. En cualquier caso siempre llevo, también, un cable de 25 metros, para el peor de los casos. En total, dos de 6 metros y uno de 25 metros para ir cubiertos. Lo ideal es preguntar previamente al cliente cómo es la sala y a qué distancia estaremos de la mesa o de una toma de sonido, para calcular los metros de cable que necesitaremos. Una vez conozcamos la sala, y en caso de frecuentarla con el tiempo, podremos adaptarnos y llevar el material necesario. Siempre previniendo, pero no mucho más y nunca menos.

- Adaptadores de audio

Lo normal es poder conectar el audio con un cable XLR, pero en ocasiones nos ofrecen una salida jack, incluso RCA… No es habitual, pero como siempre, mejor prevenir. Imagina que llegas a la sala, lo tienes todo preparado y cuando vas a conectar el audio ves que no hay manera y el propio técnico (si es que hay uno) no tiene adaptadores (lo más habitual, si la mesa no tiene salida XLR). Hay muchas soluciones, pero una de ellas es salir in extremis a comprar uno. Lo mejor es traerlo nosotros mismos y nos ahorramos posibles molestias.

- Micrófono lavalier

No es imprescindible, pero si hay que grabar una entrevista imprevista puede sernos de mucha utilidad. En este caso sería imprescindible, más bien. Es una de aquellas cosas que me gusta llevar siempre en la mochila para prevenir.

- Micrófono de mano y soporte de mesa

No es imprescindible y no recomendaría llevárnoslo si no es una grabación muy importante. El soporte de mesa es pesado y tampoco hace falta que en cada grabación vayamos cargados con más material de la cuenta. Aún así, para casos puntuales donde nos veamos inseguros, donde hable una persona y no sepamos con seguridad que tendremos audio directo, podemos optar por este plan B. En el peor de los casos, colocaremos este micrófono en la mesa del ponente y encintaremos el cable (seguramente el de 25 metros) hasta la cámara.

- Antorcha

No es necesaria, a no ser que nos hayan indicado expresamente que habrá entrevistas o que hay que grabar recursos en un ambiente muy oscuro. Aún así, para recursos sería mejor no utilizar antorcha, en general, para no molestar al público ni a los ponentes, pero cada caso es un mundo. Dependiendo del presupuesto y de las necesidades del propio cliente, si nos solicita grabar entrevistas podemos optar por montar un set para entrevistas, con focos en sus respectivos trípodes o, si avisa in situ e in extremis, utilizar una antorcha. Si no se ha avisado con antelación, puede sacarnos de un apuro, ocupa muy poco espacio y puede ayudarnos a mejorar ciertas tomas con poca luz. Debe ser una antorcha que pueda regularse. Recomiendo que la antorcha sea de LED's y disponga de filtros tanto para luz de día como para luz de interior. Pero repito, en general no es necesaria en absoluto.


¿Cuáles son los pasos a seguir?

1 - El cliente contacta con nosotros y se concreta el presupuesto. Nos convoca, especificando día, sitio y hora, para grabar en una sala de conferencias. Puede ser un hotel bien preparado, una sala de una feria, un espacio público o incluso a pie de calle. Seguramente no nos dará nombres ni contactos de los técnicos de la sala, puesto que suelen ser de una empresa externa. Si nos facilitan contactos, llamaremos para saber cómo es la sala, si tendremos audio directo y a qué distancia. Le preguntaremos a nuestro cliente en qué consiste exactamente el evento y su duración. Sabiendo en qué consiste podremos organizarnos mejor. En ocasiones, se graba solamente el discurso entero, pero puede que prefieran grabar recursos antes, durante y después de las ponencias y hacer un video resumen. Aunque el programa no sea extenso, puede que nos lo faciliten vía mail o en folleto el mismo día del evento.

2 - Si creemos que es necesario, visitaremos la sala, por lo menos un día antes de grabar. No es necesario y seguramente no entre en el presupuesto, pero si es una grabación importante y queremos estar seguros o nos lo han pedido, sería muy buena idea conocer el terreno para saber exactamente qué material vamos a utilizar. Con el tiempo, conocemos las salas más frecuentadas y deja de ser necesario, pero siempre hay una primera vez. Si nos facilitan el teléfono de un técnico, podemos ahorrarnos el viaje. Nos presentaremos como el operador de cámara de la productora que nos contrata. Aprovecharemos para resolver cualquier otra duda, por ejemplo en cuanto a logística: calles demasiado nuevas o que no aparecen en los GPS, que han cambiado de sitio o existe más de una con el mismo nombre, etc. Preguntaremos, también, acerca de de la hora de apertura de la sala.

3 - Llegar una hora antes es imprescindible. Normalmente las salas se abren de cara al público unos 15 minutos antes del evento. Llegando con margen tendremos tiempo para presentarnos a nuestro cliente. Puede que nos indique desde dónde sería preferible grabar, aunque también puede que no lo sepa. Si hay un espacio habilitado, perfecto; si no, puede que nos indique un sitio desde donde se suele grabar, que no tiene por qué ser perfecto. Antes de que se vaya, le pediremos que nos indique dónde podemos guardar el material. Esta cuestión es muy delicada. En general las salas aparentan ser lo suficientemente seguras, pero no es así en absoluto. Una vez me robaron una pequeña mochila con una GoPro que tenía justo detrás de mi pie, mientras grababa recursos de una ponencia en un museo. En la mayoría de ocasiones, grabamos desde un sitio de paso y no hay nadie vigilando por nosotros. Si bien es cierto que este incidente solo me ha ocurrido una vez y he grabado muchas, muchas ponencias, no me fiaría de tener todo el material al lado ni enfrente en todas las ocasiones. Si creemos que el sitio es poco seguro, aunque no lo parezca, nos presentaremos a los técnicos y les pediremos que lo guarden por nosotros, donde no les moleste. Suelen tener suficiente espacio para un par de mochilas y, en general, se ofrecen amablemente. De esta manera quedará vigilado y no tendremos que preocuparnos más mientras nos centramos en la grabación. También les preguntaremos desde dónde se suele grabar en esa sala y cómo podemos conectar el audio. En el peor de los casos no habrá técnico o no tendrán espacio, y deberemos dejar la mochila cerrada con el material bien guardado delante nuestro o justo al lado, controlado y lo suficientemente visible para nosotros a pesar de la grabación.

4 - Una vez nos han dejado a nuestra suerte, hemos conseguido un lugar donde dejar el material a buen recaudo y sabemos cómo conectar el audio, prepararemos el equipo. Si los técnicos nos han solucionado el problema del audio pero no de la ubicación de la cámara, nosotros mismos pensaremos la solución más lógica. Debemos asegurar un primer plano lo más frontal posible del ponente o ponentes. Por tanto, lo preferible sería centrados, al final de la sala y en una tarima para no grabar cabezas si alguien se levanta. Si no hay tarima, valoraremos si es conveniente cambiar de posición. Si una vez colocados en el sitio perfecto viene alguien de seguridad de la sala y nos dice que según la reglamentación de la sala debemos dejar cierta distancia de paso o por cualquier otro motivo, también deberemos cambiar de ubicación. Cuando más nos acerquemos al ponente, más posibilidades habrá de tapar al público, así que deberemos irnos a un lateral. No es lo preferible, pero a veces es la única opción que nos queda. Montaremos el trípode en el mejor lugar que podamos y la trincaremos lo más alta posible. Lo preferible sería a la altura de los ojos del ponente, pero según las condiciones y la distancia, puede que la queramos un poco más alta para evitar las cabezas del público. Cogeremos la cámara, le pondremos una batería y una tarjeta ya formateada y la colocaremos en el trípode. Todas las que utilicemos deberían de estar previamente formateadas. Cogeremos otras dos tarjetas y otra batería y las guardaremos en nuestros bolsillos. Haremos bola. Montaremos el micro de semicañón y nos dispondremos a configurar la cámara. La temperatura de color suele ser de 3200ºK, luz de interior, pero lo más sensato sería hacer un balance de blancos in situ. Nos dispondremos a probar el audio. Para no molestar más de la cuenta al técnico de sonido, debemos tenerlo todo preparado. Auriculares conectados, sonido de ambiente en un canal y XLR conectado en el otro canal de cámara. Cámara configurada del mismo modo: audio ambiente en un canal y audio externo por línea (IMPORTANTE) en el otro. Canales independientes, no mezclados. Si hay mucha distancia entre la cámara y el rack o mesa, encintaremos el cable al suelo para que nadie pueda tropezar con él, por seguridad. Un trozo de cinta cada metro está bien, pero sobre todo hay que fijarse en las zonas que pueden ser más transitadas. Si no tenemos un rack cerca donde conectar el cable XLR, acudiremos directamente al técnico de sonido, a la vez que le pedimos que nos envíe alguna señal para hacer pruebas. Si pinchamos el audio de mesa, lo normal es que la salida sea en XLR, pero a veces utilizan Jack e incluso una vez me llegaron a pasar el audio en RCA. Recordad, lo mejor es prevenir y poder utilizar un adaptador cuando sea necesario. Una vez conectado el cable a rack o mesa y con el técnico enviándonos señal (que puede ser directamente del micro o música) nos pondremos los auriculares, nos aseguraremos de que la señal de mesa entra correctamente por en canal en cuestión y regularemos la ganancia desde cámara para ajustar el volumen. Como la señal ya viene regulada desde la mesa, a menudo debemos ajustar el volumen de cámara casi al máximo para que nos llegue buena señal. Si nos llega poca, le podemos pedir al técnico que suba un poco el volumen. Según como nos esté enviando la señal desde mesa, podrá hacerlo o no. En cualquier caso, lo más seguro es que intente ayudarnos a conseguir el mejor nivel posible para grabar. Lo ideal es disponer de margen y poder regular nosotros mismos si deseamos bajar el volumen o subirlo según cada ponente, pues algunos tienden a acercarse o a alejarse mucho del micrófono. Así pues, cuanta más señal nos llegue a cámara, sin saturar, mejor para nosotros. Si estamos grabando un video de resumen, una vez lo tengamos todo montado podemos grabar algún recurso del lugar. Un plafón, algún detalle relativo a la marca o empresa relativa a la ponencia, etc. Poca cosa, a no ser que sea relevante. 

5 - El público empieza a entrar. La sala empieza a estar llena. Todavía es pronto, pero hay el suficiente ambiente como para grabar algún recurso de gente entrando a la sala o conversando. Para ello, deberemos coger la con o sin trípode, habiendo desenchufado los cables de audio. Una vez grabados los planos, volveremos a colocar la cámara en el trípode y volveremos a hacer bola. Lo mejor es no arriesgarse y estar a punto para grabar unos minutos antes. De hecho, no se empieza a grabar cuando el ponente empieza a hablar, sino antes. Normalmente empiezo unos 5 minutos antes de la hora prevista, a no ser que vea subir al ponente incluso antes. 

6 - Si estamos grabando con una sola cámara, que es lo más habitual, ahora es cuando notaremos si utilizamos o no una DSLR. Si no es una DSLR, no tendremos ningún problema. Empezaremos con un plano general de la sala, aguantaremos unos segundos e iremos cerrando. Podemos ir cerrando hasta ver la mesa completa, en el caso de que haya varios ponentes, o cerrar en un primer plano del único ponente. Si hemos pasado por un plano de la mesa entera, también aguantaremos unos segundos con este plano y acto seguido empezaremos a cerrar suavemente hasta quedarnos con un primer plano del ponente que esté hablando.

7 - Para grabar ponencias con una sola cámara es importante tener buen pulso, controlar bien el zoom (ya sea con servo o con aro) y ofrecer movimientos suaves. Hay muchas maneras de proceder. Por ejemplo, imaginad que una persona da paso a otra. ¿Qué podemos hacer? Si está a su lado, podemos panear hasta llegar a él, manteniendo el primer plano del ponente anterior. También podríamos optar por abrir el plano y hacer un conjunto, aguantarlo unos segundos y empezar a cerrar hasta llegar a un primer plano del segundo ponente. En el caso de una mesa redonda, a veces es preferible mantener un plano cojunto de los 4 o 5 (por ejemplo) ponentes de la mesa, para no marear con panorámicas y zooms. Seguramente empezaría a hablar otra persona mientras estamos cerrando hacia la que hablaba anteriormente. Hay que prevenir la conversación y mantener esta realización pausada, de ritmo tranquilo. Nada de zooms o mivimientos rápidos. Fluidez.

8 - Si hay que grabar recursos, nuestro contacto nos habrá concretado previamente en qué momentos podemos dejar de grabar la ponencia para grabar a público o ponentes desde otras ubicaciones, cámara en mano. Puede que nos vaya informando sobre la marcha. En cualquier caso, desconectaremos el audio de mesa o del rack y nos aseguraremos variedad de planos de cada ponente desde distintos ángulos y también del público. Hay que pensar en el montaje. Independientemente de los discursos, los recursos pueden tener un estilo propio. Suelen mantener el mismo estilo pausado, es decir, planos más bien estáticos y no aberrantes. Por norma general suele ser así, pero no necesariamente. Irá en función de lo que se haya concretado con el cliente.

9 - Cuando termine la ponencia abriremos suavemente hasta mantener un general con el público aplaudiendo y los ponentes levantándose. Aguantaremos unos minutos hasta asegurarnos de que todo ha terminado y dejaremos de grabar. Según las necesidades, nos dispondremos a seguir grabando recursos o incluso entrevistas. En caso contrario, desconectaremos el audio y agradeceremos al técnico su colaboración. Nos devolverá las mochilas, desmontaremos el material y lo guardaremos en su sitio. Volveremos a nuestra casa para descansar merecidamente. Si nosotros debemos editar el material, volcaremos lo grabado, lo editaremos y le haremos llegar el video al cliente como se haya acordado. Lo más habitual es colgarlo en Dropbox o un servidor privado como WeTransfer, MyAirBridge, Sendspace, YouSendIt, etc. En caso de entregar tarjetas, también se procederá según lo acordado, ya sea quedando en el despacho del cliente, en el nuestro, o enviando el material a través de una empresa de transporte como Seur, MRW, etc. No suele ocurrir, pues en el caso de que el cliente quiera disponer del material bruto suele copiárselo in situ en su portátil.

10 - En el caso de que el discurso del ponente se esté traduciendo con traducción simultánea, debemos tener en cuenta que este audio no pasa por mesa, sino que va directamente desde los emisores de los respectivos traductores hasta los receptores que tienen las personas del público y recogen en la entrada. Debemos hablar con el responsable de la sala para que nos facilite uno de los receptores. Su salida es mini-jack, así que haremos uso de uno de nuestros adaptadores. En estos casos, que suelen avisarse con antelación, prefiero grabar la traducción en una grabadora de audio externa, ya sea Zoom, una Tascam o Behringer, por ejemplo. De esta manera en cámara seguimos teniendo el audio original del ponente y el ambiente, mientras que en la grabadora disponemos de la traducción. Si es en más de un idioma, utilizaremos más canales de la grabadora. Si a esta se le acabara la batería durante la grabación, deberemos ir a por otro receptor, aunque no es nada frecuente. Recordad, también hay que grabar el audio por línea. Solo grabaremos con Phantom (+48V) el canal del micro de semicañón, si el micro lo requiere.

11 - Por último, haremos la factura con los datos que nos haya facilitado el cliente y con el importe del presupuesto acordado. Se la haremos llegar, normalmente adjuntándola vía e-mail.


¿Consejos o recomendaciones?

- Zooms y movimientos suaves con una sola cámara. En caso de multicámara, zooms y movimientos rápidos solo cuando nos libere el realizador (vía intercom/pinganillo) para reencuadrar al siguiente plano. Si no hay realizador, ajustarse a lo previamente acordado, que puede ser mantener el plano general, encargarse de un ponente en concreto o de todos ellos (con zooms y movimientos suaves), por ejemplo.

- Grabar siempre con la velocidad de obturación lo más baja posible, a unos 50-60fps. Es decir, al doble de los fotogramas por segundo a los que grabemos. Subir la velocidad significaría perder luz, y dado que las salas suelen ser bastante oscuras, lo mejor será mantenernos entre 50-60fps, que es la velocidad mínima a partir de la cual el movimiento es fluido. En caso de tener más luz, corregir con el iris/diafragma.

- Grabar siempre en HD aunque el video final no acabe siendo editado en HD, siempre y cuando editemos nosotros el video. De esta manera, podemos subir más la ganancia. Como sabéis, subir la ganancia (el "brillo", de manera electrónica) significa añadir ruido al video. Si grabamos en HD y capturamos en una resolución menor (en DV, 576p), el tamaño del ruido también disminuye y se hace imperceptible. Por tanto, podemos grabar con ganancia de valores de hasta +9 sin que repercuta demasiado en la calidad de la imagen. De hecho, en alguna ocasión he apurado hasta +12 y los resultados han sido buenos. Hay que adaptarse a las condiciones de luz, y en ocasiones la ganancia es la única solución. Lo mejor es no abusar de la ganancia, si no es muy necesario. También hay que resaltar que el video en DV está obsoleto y todas las grabaciones se realizan ya en 1080p. Lo que sí que es recomendable, si es posible, es grabar en 4K. De esta manera también tenemos un poco más de margen en cuanto a ganancia, si acabamos reescalando a 1080p, o podemos acabar de reencuadrar el video, por ejemplo.

- En caso de grabar recursos, no apagar la cámara si no vamos a estar un rato sin utilizarla. Gasta más batería ir parándola y encendiéndola que dejarla encendida durante un periodo breve de tiempo. Así ahorraremos batería. En principio, en cuanto a la cámara, en condiciones normales la duración de una batería de larga duración es de unas 5 horas.

- Ser profesional y mostrarse tranquilo. Nunca he tenido ningún problema en este sentido, pero creo que lo mejor, ya no solo de cara al cliente sino de cara a cualquier otra persona, es mostrarse confiado y sereno. No nos estresemos, no demos una mala imagen. Proyectémoslo. Está todo en orden, todo está saliendo bien. 

- Aclarar todas las dudas con el cliente, sin pasarse. Siempre habremos acordado todos los puntos de forma previa, pero no debemos atosigar a nuestros clientes con mil cuestiones técnicas. Puede que sean cuestiones demasiado obvias o que no sean expertos en la materia. En cualquier caso, concretemos los puntos básicos, alguna duda y ya está. Grabar ponencias no es complicado, en general es más bien todo lo contrario.

- Si las ponencias duran muchas horas y hay cátering, intentemos comer algo. Por nuestra salud. En muchas ocasiones no nos tienen en cuenta, en este sentido, pero somos personas y necesitamos energía. No es por ganas de comer canapés, en ocasiones preferiría un bocadillo, pero como cualquier otro trabajador debemos parar un momento y alimentarnos. Suele ser muy fácil conseguir una botellita de agua, pero en cuanto a la comida ya es más complicado.

- No somos el centro de atención, ni debemos serlo. No deberíamos de captar la atención del público en ningún momento, salvo en casos críticos. Por ejemplo, si es necesario que el audio del público llegue a cámara y todavía no les han pasado el micro, podemos intervenir con señas o hablando brevemente para informar. No es nada habitual, pero puede darse algún caso. También si el ponente se aparta demasiado del micrófono. Suelen ser los técnicos de sonido quienes se encarguen de informar al ponente, pero no siempre es así. En cualqueir otra circunstancia, no debemos entorpecer la ponencia de nadie. Incluso si hay que grabar recursos de los ponentes cámara en mano, debemos mantener una distancia prudente. Podemos llegar a acercarnos mucho, si nos es permitido (según quien sea), pero será sólo en momentos puntuales, sin llegar a destacar.

- Vestir indumentaria muy oscura. Negra, preferiblemente. No me refiero a estilo gótico, entendedme. Yo siempre voy con zapatos, pantalones negros y camisa negra. Podría añadir que soy moreno y que la cámara también es negra, por supuesto. Lo importante es que la ropa sea negra, para pasar más desapercibidos. ¿Os imagináis un operador de cámara grabando vistiendo pantalones cortos blancos, una camisa de colorines y una gorra de entrenador Pokémon? Como decía anteriormente, nosotros no somos ni debemos ser el centro de atención y cuanto más veamos y menos se nos vea, mejor. Tampoco debemos destacar por nuestros movimientos. Nada de correr, nada de movimientos bruscos que puedan llamar la atención. Pasemos desapercibidos.

- Si el ponente no está sentado, sino de pie, y se mueve mucho, es mejor mantener un plano americano (3/4). En casos extremos, mantener un plano entero para poder seguirlo bien. Lo que creamos conveniente para que no nos de la sensación de mareo. Al fin y al cabo, estamos grabando para un posterior visionado, y debemos adaptarnos a cada situación.

- Me habéis preguntado si es mejor grabar con una cámara DSLR o con una más parecida a una Sony Z1 o Canon XLR1 o XLR2, es decir, cámaras más aptas para grabaciones de ENG. Lo cierto es que las DSLR ofrecen mucha calidad de imagen y si disponemos de buenos objetivos, el look conseguido puede ser mucho más interesante en comparación. Pero también hay inconvenientes. Entre los más destacables cabe mencionar que, en situaciones concretas, podemos perder el foco frecuentemente, y esto puede ser un grave problema para una persona que no sea muy diestra controlándolo. El principal inconveniente es que no podemos hacer zooms suaves. Podríamos conseguir algún accesorio para utilizarla en modo servo, y un grip para las baterías, y una cámara con dos tarjetas en vez de una… Otro inconveniente es el de la estabilización debida al peso de la cámara o de la falta de estabilizador óptico de ciertos objetivos. Puede que nuestro objetivo tenga estabilizador, pero los temblores que grabaremos siempre serán mayores que los producidos por una cámara más pesada que también disponga de estabilizador óptico. La solución podría ser comprar un soporte para el hombro, un estativo, pero es un engorro hacer el cambio entre estavivo y trípode en caso de hacer cambios rápidos. Por último, las cámaras DSLR no aguantan demasiadas horas de grabación bajo temperaturas altas. Aparece un mensaje que indica que la cámara debe pararse durante un rato, y tenemos que esperar. No siempre podremos permitirnos este lujo. Por todo ello, no recomiendo utilizar cámaras tipo DSLR o similares.

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Esto es todo por ahora. Iré añadiendo información a medida que me hagáis llegar vuestras dudas. 

Si este tutorial resulta útil, quedo totalmente abierto a realizar otros sobre distintas temáticas.

martes, 4 de octubre de 2016

Menos es más

Este es el principio al que decido tender y la esencia minimalista de este blog.

Soy consciente de que hace mucho que no publico nada nuevo y este hecho puede repercutir en las visitas y la indexación, pero antepongo la calidad a la cantidad, y también la necesidad de expresarme a la banalidad del texto. Que escriba menos no significa, en ningún caso, que esté inactivo en estos momentos. Todo lo contrario.

“Menos es más”. Esta frase fue utilizada como lema por un arquitecto alemán muy importante para la historia de la arquitectura, Ludwig Mies van der Rohe. Ciertamente, el minimalismo y el diseño limpio desestresan.

Siguiendo con el “menos es más”, hace tiempo decidí hacer una limpieza integral en mi vida, poner orden, priorizar y quitar todo aquello que ya no tenía sentido en ella. No es que mi vida estuviera repleta de exceso y desorden; no es mi estilo de vida. A pesar de ello, el simple hecho de vivir hace que acumulemos hábitos, materia y contactos superfluos. Me sentí en la necesidad de romper con todo ello para volver a sentirme ligero, con energía y feliz. La sensación de orden, de saber que todo está donde debe. Pero “menos es más” no es igual a "todo vale", lo cual significaría un caos.

Os pondré en situación. Llevo muchos años trabajando como autónomo y los inicios siempre son especialmente duros, como fue mi caso hará ya unos 10 años. Hay que encontrar clientes y mantenerlos. “Cuantos más, mejor”, pensaba. “Cuanto más trabajo, mejor”. Pero estaba equivocado. Para bien o para mal llegué a trabajar muchísimo en condiciones muy duras, diversas y para todo tipo de clientes. Con el tiempo, llegué a estar más pendiente de conseguir pagar la hipoteca, los autónomos y los gastos de cada mes que de mantener mi vida social y mi propia vida personal. A la vez, intentaba mantener e incluso mejorar la calidad en todos los trabajos. Pero los clientes nunca llegaban a ser completamente estables. Algunos cambiaban su modelo de negocio y dejaban de hacer videos, para empezar a hacer cursos presenciales; otros se dedicaron exclusivamente a la producción musical; otros, por el efecto de la crisis, se quedaron sin presupuesto para videos, etc. Con el tiempo, también me di cuenta de la estacionalidad del trabajo, que en mi caso se concentra más en verano, mientras que en épocas navideñas hay muy poco por hacer. Aprendí a aceptar que todo esto -sea lo que sea- pasará. El ciclo natural de las cosas es nacer y morir, cambiar, transformarse. Nada es permanente. Es muy saludable tenerlo en cuenta para no vivir asfixiado.

Si me dedico a menos cosas, puedo centrar mi energía en la calidad de los detalles de cada una de ellas. Saborear la miel, no comerla a cucharadas. Ya sabéis, quien mucho abarca poco aprieta.
De igual modo, quien tiene menos, disfruta más lo que tiene. La sencillez nos obliga a conectar con el presente y lo que somos. Una ambición y escala de impacto altas, sacrifican siempre algún tipo de calidad en el camino: humana, material o vital. Así es como empecé a descartar trabajos, por necesidad. Ya no era solo una cuestión presupuestaria, en ocasiones, sino también personal. Era necesario para reencontrarme con mi parte más genuina y creativa y para recordarme por qué aprecio tanto mi profesión.

Sigo buscando estabilidad laboral y, por supuesto, sigo abierto a nuevos proyectos, pero viéndolo todo con cierta distancia y a pesar de que no cambiaría nada de lo ocurrido, sé que lo correcto es plantarse y saber decir que no a todo lo que no nos hace bien, a lo que no nos hace felices. Y vivir con menos, pero vivir más y mejor.

En situación de carencia, un aumento de alternativas incrementa la felicidad. A partir de cierto umbral -en el cual, afortunadamente y debido al esfuerzo, me hallo-, contar con más posibilidades no conlleva necesariamente mayor bienestar, sino que incluso resta.

La presión hace los diamantes, cubiertos de barro. Luego, cuando te paras a reflexionar y haces una limpieza personal te das cuenta de algo.

Menos es más. 

Y “más o menos” es lo mismo.