viernes, 15 de abril de 2011

Oda a la inspiración pervertida

Creatividad en cueros, perforada,
reducida a la nada, ninguneada
por las veces que quisisteis que cambiara
mis quehaceres, mi dinámica, mi marca;
sin logo, mi torso; sin rostro, mi cara; sin ojos,
sin boca y, esta, sin voz ni voto.

¿Y quién soy yo sin ser quien soy?
¿Por qué motivo mostrar un semblante de otro?
¿Y cómo vivir sin usar la inspiración,
atado, capado, obligado,
guiado por la imposición
de unas manos necias
que descartan vías regias
de mejor resolución?

Esta bilis formal me corroe
y pide una revolución: que vomite
ingenio, alegría y llanto,
mis formas, mis cartas, mis dados,
mi pathos, mi estilo, mis ansias, mi enfado.
Y me enojo a diario por ser quien soy sin ser yo,
por ser quien, sabiendo qué ser, es otro: un engaño.

Pero en este proceder desesperado
a menudo veo destellos que iluminan
cuanto puebla esta gran farsa de
sobreesfuerzos y exigencias,
cafeína y ojeras,
entrega y espera,
y desespera.
Y puede que cobres pronto.
Y puede que cobres.
Y puede...
Puede.

Yo quiero y no puedo.
El engaño es el dinero
en el arte del querer vivir del arte que se quiere tanto,
en materia de vocación por la expresión
de una sinrazón que con razón comercial
me lleva preso, enjaulado y con gorzal,
como un animal sediento de ser él, o ella,
pero de ser salvaje, de ser natural,
de ser sí mismo, de ser puro, ser bello,
ser y saberse a sí
como yo de mi.

¿La subjetividad es real sin reflexión?
¿Qué seríamos hoy en día sin las TIC's,
sin internet, radio o televisión?
En cambio ¿qué tenemos?
Guerras, consumismo, polución,
racismo, indiferencia, globalización...
Sin pensar, sin escuchar, sin voz ni voto,
obedientes, a la carta, consumo rápido,
que mande otro, que pensar cansa.
Que mande otro, que sabrá lo que hace.
Que mande otro y no seré, no quiero ser.

Pero yo quiero y no puedo.

Nadar a contracorriente,
ser un pez con cola,
y con logo, rostro, ojos y boca,
y con voz y voto.

Ayudad a este forajido enjaulado a quitarse el yelmo,
a respirar de nuevo, nuevos aires, aires propios.

Creatividad en cueros, perforada,
reducida a la nada, ninguneada...
por las veces que quisisteis que cambiara
sin tener en cuenta que yo soy yo y mis circunstancias,
con ansias de ser, sin ser, sin conseguirlo.

Inspiración latente, no huyas sin mi,
pues el camino es tan largo como tortuoso,
y en él nos iremos viendo.

Nos iremos viendo, espero.
Y espero.
Y desespero,
pues mi amor por ti es amar
y sufrir.

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