lunes, 25 de febrero de 2013

Orígenes (II)

Tras enviar currículos durante meses recibí una llamada…
De una televisión local, cuyo nombre prefiero no mencionar en público (pero si en privado). Me ofrecían un sueldo tan mísero que prácticamente no cubría ni mis desplazamientos diarios, y me dejaron claro que las horas extras -que iban a ser muchas, de lunes a domingo- no se cobraban. Un trabajo genial. Llegué a plantearme esta broma como una posible inversión para hacer CV aunque, a su vez, me quitaba tiempo de seguir enviando currículos para encontrar trabajos decentes. Y además era indigno. Les devolví la llamada para rechazar la oferta. Estoy seguro de que alguien aceptaría… Y ese es uno de los mayores problemas del sector. Siempre hay estudiantes o gente con poca experiencia dispuesta a cobrar demasiado poco, o incluso a no cobrar. Trabajar en un sector tan artístico tiene estos inconvenientes. Yo trabajo por amor al arte, y amo a mi trabajo. Pero sé separar perfectamente lo que da de comer de lo que me llena, aunque muchas veces vayan unidos. En cualquier caso hay algo que tengo muy claro, desde siempre: el trabajo se cobra.
La cuestión es que rechacé mi primera oferta, y algunas más que fueron llegando. He perdido la cuenta de las veces que me han ofrecido trabajar gratis. "Esta colaboración será una gran oportunidad para adquirir experiencia". Tras años en el sector, mi cabreo ha ido en aumento. Una vez incluso perdí un trabajo puntual remunerado por fiarme de un cliente nuevo que no hablaba claro en términos económicos. Finalmente, tras insistir mucho en esta cuestión, reconoció que no iba a pagarme con dinero, ni con dietas, sino con experiencia… Y pretendía que se lo agradeciera. No hice el supuesto trabajo y no he vuelto a tener contacto con ellos, ni con clientes potenciales por el estilo. Nunca más.
Tras un tiempo, me llamaron para tener una entrevista para un puesto de trabajo en la televisión local de Sant Esteve de Sesrovires, RTV10. No había escuchado ese nombre en mi vida, así que googleé para darme cuenta de cuán lejos estaba ese pueblo del mío. Tenía una hora de viaje y otra de vuelta, aproximadamente, pasando por un par de peajes bastante caros. Aún así fui a la entrevista, por supuesto. Me hablaron de las condiciones y, como os podéis imaginar, tendría que hacer de todo, como en casi cualquier TV local, y el sueldo no era gran cosa. Más bien lo contrario. De todas formas, me llegaba para pagar el transporte, los peajes, y todavía me sobraba una buena parte como para ir ahorrando. La entrevista con la Directora fue tan bien como podría haber ido, y salí satisfecho, ilusionado, a la espera de saber si contrataban a alguien con más experiencia o a mí, seguramente con muchas más ganas.
Pasó muy poco desde la entrevista y me llamaron para decirme que me cogían para el puesto de chico-para-todo. Bajo un contrato de auxiliar técnico, acabé realizando todas las funciones que podría haber realizado, desde tener la responsabilidad de grabar, editar y realizar las noticias y el informativo diario en directo, llevar la continuidad, grabar y editar programas, incluso grabar locuciones… Trabajaba bajo mucha presión. Por el tiempo, básicamente, no por el personal. Pasé muchos nervios, pero os aseguro que nunca he aprendido tanto como lo que aprendí en esa TV. Podría haber sido cualquier otra TV, claro, pero en mi caso fue esta. Recomiendo empezar así, con una TV local como punto de partida. Realmente es una gran experiencia que valoro de manera muy positiva.
Absorbí como una esponja hasta que el contrato ya terminaba y me llamó un autónomo para trabajar en "España Directo" de RTVE, para Mediapro. Tuve una primera entrevista donde me estuvo hablando sobre la posibilidad de que yo me hiciera autónomo como él para poder trabajar, además, para otros clientes. Todavía no me había informado en absoluto sobre ser autónomo. Ni me lo había planteado. "Demasiado papeleo", pensaba, "y ya tengo suficientes problemas con conseguir y mantener clientes como para meterme en menesteres burocráticos...". Mi gestor familiar me informó sobre las opciones que tenía, y en realidad pintaba bastante bien. Él se encargaría de todo el papeleo y yo sólo haría las facturas a partir de mi plantilla para enviárselas a los clientes. Ahora no sabría explicarlo con mucho detalle, pero mis condiciones iniciales como autónomo eran algo así: podía darme de alta de autónomos sin pagar siempre y cuando no sobrepasara el SMI, que venía a ser unos 600€ mensuales de media anual (contando 14 pagas). Una vez superara este, digamos, sueldo, tendría que pagar 180€ mensuales de la cuota de autónomos en vez de 250€, debido a una bonificación que tienen los menores de 30 años durante 3 años. Mejor que os informéis a un buen gestor porque, como digo, no lo recuerdo exactamente. Además, creo que se modificará la legislación vigente en cuanto a las condiciones de los autónomos, y hay que estar al caso de posibles cambios. Lo que sí sé es que empecé a ser autónomo con poco trabajo, pero sin tener que pagar los autónomos (legalmente, siempre), así que compensaba el hecho de serlo.
En "España Directo" el sueldo era inferior a lo esperado, pero lógico teniendo en cuenta que no era cámara sino auxiliar de cámara. Resultaron ser más horas de las previstas. Incluso tuve que hacer un viaje a Madrid para una de las grabaciones. Todavía no entiendo por qué, ni mis compañeros, porque tenían personal disponible ahí también… En fin, muchas horas trabajando en una empresa con mucha reputación, pero realizando un trabajo que, la verdad, ni fu ni fa. Sabía que era capaz de hacer mucho más y mejor, pero no me arrepiento de nada.
Me dolía ver mi propio material abandonado mientras pasaba prácticamente todo el día fuera  trabajando, utilizando el material de otros. Las veces que grabé no fue con mi Z1E, sino con una Betacam SX. Lo alterné con algún trabajo muy puntual, hasta que empecé a trabajar para Localia Barcelona como operador de cámara de plató, al principio de manera puntual y cada vez con más frecuencia, hasta que empecé a trabajar prácticamente sólo para ellos. Y más tarde también para Localia Viladecans. Me encantaba, la verdad. El trabajo de operador de cámara de plató es muy interesante. Hay que realizar movimientos muy sutiles con precisión y, a la vez, estar en sincronía con el resto de cámaras, con el realizador y con la propia realización de cada programa y su proceder. Acabar buscando planos incluso antes de que el realizador los pidiera y realizarlos lo mejor posible siempre me alegraba el día. El personal estaba muy unido y siempre te hacía sentir cómodo, y los programas eran muy interesantes desde el punto de vista técnico, incluso los de política, generalmente tan tediosos y clásicos. No era el caso, y resultó ser una gran experiencia que duró hasta que cerraron Localia… Ya escribí una entrada sobre este hecho. Más de 300 profesionales en el paro. Una gran pérdida, la verdad. Por suerte, muchos acabaron reubicados, pero otros tantos no, sobre todo los autónomos.
Antes de que cerraran fui alternando las horas en Localia con trabajos puntuales en los que, muy a menudo, utilizaba mi material. TallerAudiovisual, Maresme Digital TV, Ribs&Blues, Ventilador Music, Milar… Empecé a tener clientes puntuales y otros más o menos fijos. Todo iba saliendo a raíz de mails que había mandado muchos meses atrás, incluso de más de un año. Y empezaron a llamarme contactos de contactos. El trabajo duro, la búsqueda obstinada y el boca-oreja empezaron a dar sus frutos.
En verano tuve algunos días libres, y aproveché para grabar y editar un videoclip, algo que tenía ganas de hacer desde hacía un tiempo. Pensé que me abriría puertas, que podría vivir de explotar mi creatividad, pero no sabía que en general se cobraba tan poco -menos grandes producciones, claro- realizando videoclips. No descarto hacer más videoclips -de hecho, he realizado varios-, siempre y cuando me compense el hacerlos, por el motivo que sea.
Como decía, pensaba que podría utilizar el videoclip como carta de presentación, pero reconozco que, muy a mi pesar, no era nada del otro mundo, aunque quedó resultón. Con presupuesto 0 y tiempo muy escaso no podía hacer milagros. Aún así, fue una muy buena experiencia, y volvería a hacerlo encantado. Además, Jorge Iglesias es un gran artista y fue un placer conocerle y apoyar su arte dándole visibilidad.
Siguieron apareciendo clientes a raíz del boca-oreja, de mails enviados y creo que también debido a este mismo Blog. Así es, creo que el Blog, las redes sociales y algunos anuncios que puse por internet surtieron efecto. Pero no me hagáis mucho caso. La verdad es que muchos de los clientes que he ido teniendo no sé a través de qué o quién me han contactado, pero bienvenidos sean todos ellos. Todo suma.
A partir de aquí empieza mi travesía a través de una clientela muy variada. Y sigo en el mismo barco, viajando a través de tantos mares y tan inestables que me he curtido forzosamente sobre la marcha.
Conseguí estabilidad en algunos momentos. A pesar de ello, cuando crees tener un cliente estable, tarde o temprano acaba cayendo. La experiencia me lo ha demostrado. Incluso los clientes más fuertes hacen recortes. Moguda, Maestros del Tarot, BCNisgay, Initec y un largo etcétera. Clientes para los que realizaba proyectos muy interesantes y que, por un motivo u otro, prácticamente han dejado de lado los vídeos, o incluso lo han hecho por completo. Han mutado, han cerrado, han recortado,... Sea por el motivo que sea gracias, de todas formas, por la confianza depositada en mí y el trato recibido.
Confío en que se impondrá el sentido común y se valorará cada vez más el video para internet. Un viral como Harlem Shake -enfocado como publicidad- puede tener muchísimas más visitas que un anuncio de televisión. Puede que no interesen las visitas sin más, pero en internet no siempre importa el target, sino también posicionar una web mediante visitas, por ejemplo. El problema de los vídeos realizados para ser distribuidos por internet es que los precios suelen ser muy inferiores a los de TV, aunque su calidad no lo sea. Creo que hay que empezar a educar al cliente potencial sobre esta cuestión. También debemos valorar más nuestro propio savoir-faire, a pesar de la actual sitaución socioeconómica. La calidad técnica, la creatividad y la experiencia tienen un precio, sea cual sea su vía de distribución. Estoy convencido de que el tiempo nos dará la razón si luchamos por el cumplimiento de nuestros derechos y deberes. Para que se respeten, debemos empezar por respetarlos nosotros mismos.
He hecho de todo y me siento muy orgulloso de ello, pero todavía me queda un largo camino por recorrer.
Esto es sólo el principio, grosso modo, mis orígenes.

No hay comentarios: