martes, 21 de mayo de 2013

Vivir bien

Me siento estafado.
Alguien está abusando de nuestra confianza.
Alguien nos está engañando, lucrándose.
Alguien está traicionando a la moral, negándolo.
Alguien está cortejando a la justicia, sucumbiendo al poder.
Al poder vacío de la falta de valores.
Tanta riqueza descontrolada. Tanto derroche. Tanta sed de números que en polvo se convertirán.
Y el resto trabajamos, con suerte. Y no ganamos para disgustos.
Resulta contradictorio que haya tantos parados, tanta gente sin pan, sin lecho, cobijo ni apoyo moral y, a su vez, tanta corrupción encubierta, lujo desmesurado y manipulación manifiesta.
El problema es que sí hay pan para tanto chorizo. No hay pan para el resto.
Y la situación va a peor.
Llevo suficientes años trabajando en el sector audiovisual como para saber que nunca ha ido especialmente bien, pero nunca tan mal como ahora.
A las pruebas me remito.
Esta decadencia es extrapolable a infinidad de sectores.
He probado con distintos términos y la tendencia no es para nada optimista.
Estamos tocando fondo.
La única solución con la que se nos bombardea a diario, constantemente, es la de huir al extranjero.
Exiliarnos, como grandes emprendedores creativos que se nos supone a todos, para vivir de lujo en otro país.
Vivir del mismo lujo que nos ha echado de nuestra casa.
Vivir del lujo del que, sin moral, es más pobre que nadie.
Vivir, con suerte, y con carreras y másters, sirviendo cafés.
Que no cuenten conmigo.
No, hasta que no quede más remedio.
Y seguiré trabajando muy duro para que eso no ocurra nunca.
Me siento mal. Me siento violento. Me siento apurado.
No me sobra ni me falta el dinero.
Me falta tiempo.
Me sobran preocupaciones.
Y me siento mal, muy mal, sabiendo que la situación de tantos es mucho peor que la mía.
No tengo riqueza descontrolada. No derrocho.
No tengo poder, ni lo necesito.
Tengo valores.
Y sale más caro que cualquier gran factura pagada en b.
Hablando claro, estamos jodidos.
Sinceramente y por favor, pedidme ayuda y echadme una mano, que para eso estamos.
Desde la moral que algunos tenemos, y con los valores que nos han transmitido, ayudémonos.
No se me ocurre nada mejor para vivir sin lujos, pero vivir bien.



No hay comentarios: